Nos
ha costado, pues la situación en Haití es desoladora, pero al fin hemos podido
contactar con nuestras misioneras.
Os
hacemos llegar sus cartas llenas de dureza y esperanza.
“Desde Haití, gracias por
vuestra saludo y recuerdo.
Como bien sabéis por
las noticias, el ciclón nos atacó fuertemente y la situación es desoladora. La
parte sur del país es irreconocible. No hay casa de los pobres que haya quedado
en pie. Al verlo uno no puede pasar sin llorar. No tienen nada y, como dicen
ellos: se lo llevó todo, sólo queda la esperanza de que Dios nos ayude a salir
de esta situación.
Gracias a dios la ayuda
humanitaria va llegando. Lo importante es que llegue a donde tiene que llegar,
ya que la comunicación es difícil debido a la destrucción de puentes y caminos.
Desgraciadamente la
situación ha desarrollado un brote grande de cólera, ya han muerto más de 100 personas
y hay muchísimas afectadas.
El Señor nos dará
fuerzas para seguir haciendo todo lo que podamos por esta pobre gente que tanto
sufre, José María ya conoce .
Un abrazo fuerte para todos. Vuestro
apoyo nos estimula a seguir adelante.
Sor Pilar Pascual
”
“Hola amigos de la
Delegación de Misiones. Muchas gracias por vuestra atención y cercanía.
No me extraña que no
podáis contactar, pues ni dentro del país hemos podido hacerlo hasta hace unos
días.
El huracán ha pasado
fuertemente por las provincias del sur: Jeremí, Nippes, Okay, Grand Anse, y ha
arrasado todo. Miles de personas se han quedado sin nada y el agua está por
todos sitios. Las casas que resistieron están sin tejado pues el viento se lo
llevó. Sin ropa y sin agua los casos de cólera empiezan a aumentar. Es una
situación increíble para miles de personas.
La solidaridad de
muchos países está llegando y es algo bonito, necesario también.
Yo estoy en otra zona y
el huracán no nos ha tocado de lleno. Con el SJM (Servicio Jesuita a Migrantes)
donde colaboramos, estamos viendo cómo podemos intervenir.
Bueno amigos, de nuevo
gracias y continuamos unidos en la oración y en la Misión.
Piedad Aldaz ”